Un paréntesis

Viajar. Esa bonita forma de evitar la rutina, a veces viajamos por ello y otras veces solo para hacer un paréntesis en nuestras vidas y escapar.  Escapar de los problemas, de lo que no queremos ver, escapar de lo común, de la soledad...cada uno sabrá su motivo. Cuando lo haces es muy probable que te encuentres en el camino con personas maravillosas que se cruzan contigo por el mismo motivo que tú o alguno similar.

Llegará el momento en que decidas o debas volver a tu rutina y vida anterior, y te darás cuenta de que algunas de esas personas quedarán para siempre y a otras muchas irás perdiéndoles la pista poco a poco hasta que desaparezcan de tu vida. Aunque desaparecer desaparecer tampoco, siempre quedarán los recuerdos, buenos o malos, alguna foto que encontrarás y  te hará sonreir, un objeto, una canción...

El problema es cuando estos paréntesis se convierten en una adicción y cuando tengas un motivo por pequeño que sea, quieras escapar una y otra vez. Ahí es donde debes pensar si realmente merece la pena hacerlo y si cuando regreses, si es que lo haces, todo habrá pasado o volverá a ser lo de antes.  
Hay ocasiones en que merece más la pena pararse a pensar y afrontar las situaciones porque siempre habrá alguien especial a tu lado que te coja de la mano.
Viajar aporta cosas preciosas a nuestras vidas; buenos amigos, recuerdos, abre tu mente... 
Viaja, pero viaja por placer, amor a lo desconocido y decisión propia, que nada ni nadie te lo imponga, porque así y solo así disfrutarás de esa aventura y de tu vida plenamente.








No hay comentarios:

Publicar un comentario

Creo que...