San Sebastián

Debido a su premio ganado este mes como mejor destino gastronómico internacional por la revista estadounidense Saveur y a mi reciente paso por ella, creo que la ciudad guipuzcoana del norte de la península se merecía ser nombrada esta vez.

Para mi una de las ciudades costeras más bonitas en las que he estado, San Sebastián me cautivó desde el primer día por sus elegantes edificios, comodidad y por supuesto sus famosos pinchos y txakolí. Que rico el txakolí... si no lo sabes es un vino blanco elaborado a partir de uvas verdes y que si eres amante del vino tienes que probar.


La última vez que estuve me alojé en el Hotel Palacio de Aiete, está bastante bien, situado al lado del  Palacio de Aiete y sus jardines, como el nombre del hotel indica. Este palacio fue construído por los duques de Bailén en 1878 y fue residencia de varios reyes españoles. Merece la pena darse un paseo por  aquí.

Bajando dirección al mar nos topamos con la playa de la Concha. Pasear por el paseo marítimo es todo un privilegio. Apoyado en su barandilla, que es un icono de la ciudad, se puede observar en el centro la pequeña Isla de Santa Clara, a su izquierda el monte Igueldo y a la derecha el monte Urgull.



Si caminamos hacia el monte Igueldo por la playa de Ondarreta hasta el final veremos el famoso conjunto de esculturas de Eduardo Chillida, El Peine del Viento. Tres esculturas de acero incrustadas en las rocas. Allí cerca se puede coger el funicular que sube a lo alto del Igueldo. Toda una experiencia subir en este transporte de un siglo de antigüedad (es seguro, no te preocupes). Una vez arriba contemplarás unas maravillosas vistas de la ciudad donde te darás cuenta de por qué la playa de la Concha se llama así. También hay un pequeño parque de atracciones y una torre.


Al otro lado de San Sebastián se encuentra el centro y la parte vieja, zona perfecta para probar los pinchos, eso si, no es muy barato. Olvídate aquí de ir al McDonalds porque no hay ni uno, bueno miento, solo una cafetería de McDonalds en el mercado. Otra especialidad gastronómica a destacar son las pastelerías, sus escaparates te atraparán y no podrás resistirte a entrar y probar algo.
Entra en la Catedral del Buen Pastor, para mi ver, es preciosa por dentro y por fuera.

Subir al monte Urgull también debe ser una buena opción, aunque por causas del tiempo las dos veces que he estado no he podido subir. Aquí está el Castillo de la Mota y el camino que te lleva a él es una serie de fortificaciones por las que podrás obtener también unas bonitas vistas.

En el caso de que las condiciones climatológicas no acompañen, puedes aprovechar para pasar un buen rato en el acuario que está situado en el muelle de San Sebastián. Y si además el mar está picado, mucho mejor porque desde los ventanales del acuario puedes ver como rompen las olas muy de cerca.  La primera parte del acuario es un museo naval.  Para más info puedes visitar la página web del acuario.

Si aún te queda un poco de tiempo, visita Getaria. Pueblo costero situado a 25km de San Sebastián, famoso por sus restaurantes de pescado a la parrilla y por ser pueblo natal de Juan Sebastián Elcano, marino que participó en la primera vuelta al mundo.



Encontrarás aquí la Iglesia de San Salvador, siendo esta uno de los monasterios más antiguos de Guipúzcoa en la que además su interior está inclinado. Al lado de esta hay una capilla ¨invisible¨ escondida bajo una bóveda en la calle. Piérdete por sus calles porque realmente merece la pena.
Además, si te gusta la moda aquí se encuentra el museo de Balenciaga al que se accede por unas escaleras mecánicas.













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